Cada Año Celebramos el Nacimiento del Niño Dios
Y nosotros los invitados a su fiesta recibimos los regalos C omo ya se ha hecho tradición arraigada las fiestas decembrinas se han convertido en un espacio de comercialización para toda la sociedad; la costumbre nos ofrece modos inadecuados de celebrar: ofertas, ropa, viajes, comida y regalos, elementos que hacen que nuestra atención se desvíe del objetivo original de las fiestas, dejando a un lado al dueño de la fiesta, al cumpleañero, al homenajeado. Año tras año parece ser una competencia, a dónde viajamos en las Navidades , que hicimos, que comimos, hábitos que inculcamos en nuestros niños, quienes cada año realizan una lista de regalos al Niño Jesús y cada año compiten con sus compañeros, vecinos y familiares a quien recibe más y mejores regalos; pero ninguno recuerda preguntar a aquel que nació en Belén que quiere para Navidad. Nuestros niños son el futuro, construyamos la sociedad del mañana con más calidad humana, preguntémon...